Tras una desastrosa eliminación de la Selección Japonesa en el Mundial de Fútbol de 2018, la Asociación Japonesa de Fútbol decide iniciar un programa revolucionario para crear al delantero más egoísta y efectivo del mundo. Así nace el proyecto “Blue Lock”, una instalación de entrenamiento tipo prisión donde se reúnen los 300 mejores jóvenes delanteros de Japón.
Entre ellos está Yoichi Isagi, un talentoso pero indeciso jugador de secundaria que se cuestiona si tomar decisiones por el equipo fue su mayor error. Ahora, con su futuro en juego, Isagi deberá enfrentarse a otros competidores hambrientos de gloria, superar sus propios límites y desarrollar un estilo único y despiadado si quiere convertirse en el delantero número uno del mundo.
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